Al decidir entre superficies de cuarzo o granito para un diseño contemporáneo, hay varios factores a considerar. El cuarzo, por ejemplo, es una superficie fabricada que combina cuarzo natural (aproximadamente 90% del material) con resina polimérica y pigmentos. Esta composición lo hace extremadamente duradero y no poroso, lo cual es una gran ventaja si buscamos una superficie que requiera poco mantenimiento y sea resistente a manchas. Esto significa menos preocupación por derrames de vino o café, lo cual es una comodidad en un uso del día a día.
El granito, por otra parte, es una piedra natural que se extrae directamente de la tierra y se corta en losas que luego se pulen y se preparan para su instalación. Cada losa de granito es única, ofreciendo una variedad de patrones y colores que no se pueden replicar en el cuarzo. Esto puede ser una consideración estética importante para algunos, especialmente si aprecias la belleza y singularidad de los materiales naturales. Sin embargo, es importante saber que el granito requiere sellado periódico para mantener su impermeabilidad y evitar manchas, lo cual puede implicar un mayor mantenimiento a largo plazo.
Actualmente, en el mercado de las reformas y el diseño de interiores, cada opción tiene sus adeptos. Según informes del sector, alrededor del 55% de las encimeras instaladas en cocinas modernas son de cuarzo, lo que demuestra su popularidad creciente. Esto no es solo por su durabilidad, sino también por la versatilidad a la hora de diseñar interiores minimalistas y modernos, donde las superficies lisas y consistentes son un must.
Considerando el costo, el precio del cuarzo y el granito puede ser bastante similar, pero depende de la calidad y la rareza. En promedio, una encimera de cuarzo puede costar entre 50 y 100 euros por metro cuadrado, mientras que el granito puede variar ampliamente entre 40 y 150 euros por metro cuadrado. Debo señalar que, aunque el cuarzo suele ser más económico en términos de mantenimiento, el granito puede incrementar el valor estético y financiero de una propiedad debido a su naturaleza única y lujosa.
Si estás considerando la sostenibilidad, es importante tener en cuenta que el cuarzo es un producto menos natural, ya que su producción implica procesos industriales que pueden generar emisiones. El granito, a pesar de ser más natural, también implica extracción y transporte, los cuales tienen un impacto ambiental significativo. Para los más conscientes del medio ambiente, la elección entre estos materiales puede depender de factores personales y del origen específico de las materias primas.
En definitiva, para una estética contemporánea, si te inclinas hacia la funcionalidad y la uniformidad, el cuarzo podría ser tu mejor elección. No obstante, si valoras el encanto natural y único de la piedra, y no te importa dedicar un poco más de esfuerzo al mantenimiento, el granito sigue siendo una opción valiosa y estéticamente impactante. Al final, la decisión se reduce a preferencias personales y prioridades de diseño.